Objetos que compran amigos

Queda comprobado. Tener ciertos objetos en casa aumenta el número de amigos. Me refiero, además de comida en la nevera y alcohol en el minibar para improvisar unos gintonics, a la wii. Desde que mi querida amiga vive conmigo tengo gente en casa a cualquier hora, sin importar el día de la semana, la temperatura exterior o mi estado anímico.

La consola tiene el poder de hipnotizar a cada persona que la enciende. El flechazo entre la máquina y los jugadores ocasionales es de dos tipos. En el primer tipo es el invitado el que reclama que la enchufes justo en el momento en el que pasa el marco de la puerta que separa el rellano de mi pasillo. El segundo, algo más estrecho, es el que dice "no, que esos cacharros no me gustan". Y luego no hay manera de separarlo de la televisión. Siempre utiliza la excusa: "Es la última". Dentro de este grupo incluyo a los que juegan a escondidas, cuando ninguna mirada ajena puede ridiculizar sus movimientos.

Lo mejor de todo es que resulta muy divertido observar a la gente. Desde el sofá, claro, donde se ve al jugador con otra perspectiva y las risas están aseguradas.

P.D. Sabéis de sobra que estáis invitados cuando queráis a casa a jugar a la wii, a comida/merienda/cena y a gintonics y vino (si no nos los bebemos antes). ¡Siempre es mejor jugar en grupo!