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martes, 31 de mayo de 2011

Bienvenidos al planeta tierra


Hace algún tiempo me enseñaron este vídeo de animación que hace reflexionar sobre el comportamiento de las personas. Espero que os guste!

jueves, 26 de mayo de 2011

Conexiones

No sé el motivo pero en la vida siempre conectas más con determinada gente, independientemente del número de horas que pases con ellas o con ellos. Hay gente que sabes desde el principio que te va a caer mal. Esto me sucede pocas veces, pero suelo acertar. Otras sabes que, por alguna extraña razón, hablan en arameo y no logras entender lo que te dicen. O no quieren comprenderte ellos a ti.
Para algunas personas las palabras son como balas e intentan esquivarlas.Y las frases que con tanto cuidado construyes y escoges rebotan hacia ti como si fuera una pared.
Finalmente, hay otro tipo de personas que les encanta hacerse las protagonistas. Como si la vida fuera un culebrón de televisión. Siempre tienen que hablar y replicar a todo. Y también, por alguna extraña razón, tienen una vida mejor que la tuya. (O eso argumenta).

A estos tres tipos de personas ( los que te dan mala espina, las paredes comunicativas y los protagonistas) es mejor no hacerles mucho caso porque van chupando la sangre de a poco. Y lo peor es que no te das ni cuenta. Te obsesionas por algo que no merece la pena. Porque al final todo se acaba pegando. Y esta gente suele tener muy poco respeto por el resto del planeta y los sentimientos de las personas.

Por suerte para todos siempre hay gente que está a tu lado sin esperar nada a cambio, sin hacer preguntas incómodas, sólo espera a que tu quieras hablar. Personas que nunca dan consejos porque no les gusta ir de sabios (cuando suelen serlo) y porque saben que la mejor forma de aprender es la experiencia. Gente que sabe escuchar y sabe dar. Y, sobre todo, que sabe sacarte una sonrisa en cualquier momento.


P.D. Este post está dedicado a una persona que el otro día me escribió un bonito e-mail, que me hizo sonreír y, casi, llorar a la vez de bonito. Ella ya sabe que la quiero de aquí a Marte.



miércoles, 25 de mayo de 2011

Recuerdos

Hace mucho tiempo que lo empezó a sospechar. La primera vez se olvidó del nombre del señor gordo con bigote que hacía escasos minutos le habían presentado. La siguiente no logró recordar el nombre de la calle en la que vivía durante unos minutos. Después su memoria jugaba al escondite con ella. Ponía los zapatos debajo de la cama, guardaba los abrigos en el perchero de la entrada y lanzaba las llaves al fondo del mar. Fue cuando se dio cuenta de que perdía la memoria a paso de hormiga primero y de elefante después.

Su relación con ella nunca había sido mala del todo, pero con los años había empeorado. En un principio, ella tenía la habilidad de olvidar sólo lo que deseaba. Pero luego se cambiaron los papeles. Y la memoria, mucho más pragmática, comenzó a eliminar recuerdos: Desde los más pequeños hasta el día de su boda.


Y dejó de ser consciente de todo. Cada día bajaba a la playa. Y cada mañana, a pesar de hacer siempre un recorrido similar, su sensación era la de andar un camino nuevo. Se sentaba a descansar en un banco del paseo, mientras los rayos del sol doraban su pelo, y respiraba lentamente la brisa del mar. Eso fue lo único que nunca olvidó. A su lado la voz de un hombre le preguntaba por quinta vez: ¿No me reconoces?. Y ella le miraba con cara asustada. Pero luego giró la cara para ver por primera vez el mar.

martes, 24 de mayo de 2011

La mala fe

Acabo de leer en un periódico una noticia sorprendente, si es que algo, tras el día de ayer, puede sorprendernos. El artículo recoge la información de que un juez niega la reducción de la jornada laboral a una madre por "mala fe". El magistrado resuelve que la madre no tiene intención de cuidar al menor sino de blindarse ante posibles despidos. Lo primero que deduzco es que el juez no tiene hijos ni se acerca a niños a cuatro kilómetros. Y lo segundo que estamos otra vez como al principio de todo.

El caso me ha recordado al de una periodista, sin citar nombre ni ciudad para evitar perjuicios, que se amparó en su derecho de reducción laboral para cuidar a su hijo. Sus jefes, muy machos ellos o de esas señoras más machistas que hombres o gente amargada o muy hija de puta (no sé cómo clasificarlo, cada uno puede utilizar el calificativo que más le guste) se negaron. Pero no sólo eso, sino que al cabo de unos días la despidieron alegando algo tan estúpido, falso (escoger o inventaros, de nuevo, el calificativo que más os guste) como que "llegaba tarde a trabajar".

La mujer, unos meses después, observaba a su hijo mientras jugaba. Y pensó en el mundo que quería para él. Pensó en un mundo justo. Y quizás también pensó que lo mismo que le había ocurrido a ella, le había sucedido a muchas más mujeres. Conocidas o desconocidas. Pero mujeres que estaban unidas a ella a través de un hilo secreto de injusticia.

Una buena mañana decidió acudir a un juzgado. Con ella, muchas representaciones de altas instituciones, la mayoría mujeres, aunque también había algún hombre, que le apoyaron durante el proceso.
Como siempre, el juicio se alargó más de la cuenta. Pero ella, cada vez que sentía que sus fuerzas le flaqueaban, volvía a mirar a su hijo y recogía la fuerza.
Tras la lectura de muchos folios, el juicio obligó a la empresa a contratar a la chica.
Claro que ahora, muchos compañeros le han dado de lado por temor a que los jefes les despidan si la ven con ella. Y el comportamiento de los superiores con ella es también de juicio. Pero esta vez para meterlos a ellos en la cárcel.

Esta claro que las mujeres o los hombres que piden la reducción de jornada laboral actúan de "mala fe". Y cuando la gente roba dinero con bolsas de basura debe actuar de "buena fe", para evitar que los demás no tengamos dudas de cómo gastarnos el dinero. El mundo al revés.

lunes, 23 de mayo de 2011

La estupidez humana

Imagino que esta frase no es muy original, pero queda dicho: La estupidez humana no tiene límites. Para los que, a pesar de todo, tienen una fe ciega, no en Dios, sino que de vez en cuando la gente es inteligente, o por lo menos lo disimula, como me ocurre a mí, el resultado de las elecciones de ayer supuso lo mismo que un golpe fuerte contra una pared. De esos que te das cuando estás durmiendo y te giras bruscamente, esta idea puede que ya no la comparta mucha gente, pero a mí me pasa con frecuencia.

Si el movimiento del 15M concienció a parte de la población de la diferencia de privilegios entre los políticos y los ciudadanos de a pié, parece que lo hizo sólo en gente que ya estaba concienciada.
Porque la mayor parte de la gente permite, con su voto, que los políticos sigan cobrando una buena jubilación con tan sólo dos legislaturas, reafirma que la corrupción que sufren la mayoría de la CC.AA es normal,dicen sí al copago sanitario, preparen tarjetas. Pero, sobre todo, hemos demostrado que no hay castigo alguno para los dirigentes. A pesar de que roben y se dediquen más a pasearse con su Audi que a trabajar.

Alguno argumentarán que con este cambio de signo por lo menos la economía irá mejor. Lo que no dirán es que la economía irá mejor a costa de que los trabajadores cobren menos de 1.000 euros al mes, no tengan un contrato indefinido y, por supuesto, sin que exista la baja por maternidad. Que para que la economía mejore, los despidos serán más baratos y las plazas que se necesitan no se cubrirán. Que la economía mejora a próposito de que los servicios sociales no lo hagan. Mantendrán los justos para dar imagen.

A toda esa gente le llamo estúpidos a la cara, o a través de las letras. Mientras tanto pueden seguir viendo programas de cotilleo o pensando que los políticos dicen la verdad. ¿Cómo fiarse de alguien que en su propaganda electoral utiliza más photoshop que una modelo? Allí empiezan las mentiras

Sean felices, yo me voy a comprar un mapamundi para decidir dónde puedo pasar los próximos años de mi vida.

jueves, 19 de mayo de 2011

¡Todos a la calle!

Ahora que los jóvenes han salido a la calle, se necesita que también lo hagan personas de más edad. Si la gente mayor no ve motivo suficiente con el recorte de las pensiones, el abuso de los bancos o los privilegios de los banqueros que lo hagan por sus hijos. Para que algún día puedan irse de casa y los progenitores puedan dejar de subvencionar todos sus caprichos o toda su comida. Para que cobren un salario mínimo justo que les permita vivir a su aire. Y no vayan a casa de mamá a recoger el tupper. Para que puedan ir al supermercado a comprar jabón y no tengan que ir a lavar la ropa a casa.

Creo que es ya motivo suficiente. Aunque el movimiento lo han empezado los jóvenes, está abierto a todos los ciudadanos. Así que todos a la calle.

P.D. El gobierno, con su mala gestión, está provocando que la gente se indigne más y salga a la calle. Gracias por patrocinar el movimiento!

miércoles, 18 de mayo de 2011

La #spanishrevolution

La convocatoria a la protesta comenzó el 15M desde las redes sociales. Twitter, Facebook y compañía tienen la ventaja de llegar a todo el mundo y de forma instantánea. A través del mundo on-line se van gestionando las convocatorias del nuevo movimiento apolítico. En el que hay asociaciones o personas individuales, familias, inmigrantes o amas de casa. Y lo importante es que debería sumarse todas las personas afectadas por el sistema. Esto supondría el apoyo del 90% de la población. Deben aparecer aquellos que están hartos de la corrupción de la política, a los que les han bajado el sueldo, que no tienen trabajo o que ven como los políticos viajan en primera clase pudiendo hacerlo en segunda. Ya no sólo por economía, sino que, por ejemplo, viajar en Ave Madrid-Barcelona no tiene diferencia de clases... es igual de cómodo.


El movimiento es apolítico, pero muchos partidos ya han mostrado su simpatía. Creo que todavía no saben que estamos hartos de ellos. Unos porque tienen el poder y otros porque no lo tienen. PSOE y PP, que bien podrían unificarse en un solo partido, juegan a ver quién es el menos corrupto. Con la clásica: ¡Y tú más!
Los otros porque nunca saben lo que es tener más de cuatro diputados y no les da tiempo a infringir la Ley.

Otra de las polémicas del movimiento es la relación con los medios de comunicación tradicionales. Decía al principio del texto que el movimiento nace y se difunde por las redes que tienen muchas ventajas. Además de ser más imparciales, sin estar sometidas a ningún tipo de interés, ya sea político o económico. Pero para conseguir mayor difusión y llegar a más gente para que apoye un cambio en el sistema, es necesario contar con su colaboración. Aunque a veces se equivoquen o, a veces, los redactores no puedan escribir o censuren sus ideas. Al fin y al cabo el escrito o la pieza pasa por muchos filtros.
Otro apunte es la palabra antisistema. Esto es muy personal, pero para mi esa palabra no existe. La lucha es un cambio en el sistema, pero por exigir mejorar los derechos no significa que seamos antisistema. Para mí es una palabra inventada por élite para unirla a la violencia. Todos somos sistemas, aunque discrepemos más o menos con él. El mero hecho de la comunicación on-line es parte del sistema, la ropa que llevamos se compra en tiendas, sistema, vamos a clase o al médico, sistema. Otra cosa, recalco de nuevo, es que queramos cambiar bastantes cosas porque creemos que no funcionan bien.

El último aspecto es que se trata de una revolución pacífica. El movimiento está dividido en comisiones: de limpieza, comunicación, comida.... No es un botellón, ni una quema de contenedores.
Interesa que sea pacífica para conseguir que sea creíble y participen en las protestas familias, jubilados, profesores, médicos, abogados.... Todo el mundo es bien recibido.
Pero en las concentraciones con un elevado número de gente, siempre hay alguien que discrepa o quiere dar la nota con algún acto violento. O puede que sea la propia policía la que comience con estas situaciones.

En cualquier caso, la expectativa de cambio es alta. Todavía somos jóvenes y, por tanto, tenemos que ser optimistas.

P.D Todo mi apoyo a #acampadasol y a la #spanishrevolution, pero por favor demos ejemplo del uso de la palabra y no del puño, porque sino perderemos la oportunidad, ya que los políticos y compañia lo explotaran en nuestra contra. No nos condenemos a nosotros mismos.

martes, 3 de mayo de 2011

Mi vecina

Por las noches oigo pasos en el rellano. Siempre imagino que sale un señor del piso de mi vecina. Que él, con estos encuentros fortuitos, consigue salir de su monotonía y que ella evapora las pesadillas que cada noche la consumen un poco más. Fuera de crear mentalmente películas, mejor que algunos directores, todavía no he conseguido averiguar quién es el ser misterioso que pasea por mi rellano a esas horas, más que nada porque me da pereza despertarme.

Mi vecina es una mujer relativamente joven, pero que los cumpleaños se reflejan en su rostro de dos en dos. Suele buscar consuelo en las botellas llenas de cerveza que acaban por vaciarse y por recordarle su soledad.

La decadencia de mi vecina comenzó el día que conoció a X. Un chico, no una letra, guapo, simpático y con una madre insoportable. Mi vecina, entonces y ahora, era una chica muy moderna, que hablaba cuatro o cinco idiomas, que tenía un puestazo en una empresa y que le entró mal a su futura suegra. Así comenzó un tira y afloja, justo antes de casarse, que ganó sus suegra. Y el noviazgo, que con tanto cuidado construyeron, se rompió en cinco segundos en muchos pedazos.

Él desapareció y ella comenzó a conocer otros ambientes. Dejó su trabajo y aceptó, resignada, que su mundo se derrumbara poco a poco. Entonces, conoció a L, amigo de sustancias que no estaban hechas para él. Y tan pronto como llegó, se marchó. Dejando un nuevo mundo de lágrimas.

Sin separarse de su botella, conoció a un chico egipcio y se casó con él. Dejó de beber porque se convirtió a la religión musulmana. Aunque sólo cuando él no está a su lado. Cuando visita a sus otras esposas.
Nadie sabe el consuelo que encuentra en sus copas, a las que se aferra como si le dieran la vida o, quizás, le devuelve a la memoria esos recuerdos de los que no quiere desprenderse.





lunes, 2 de mayo de 2011

La Edad Media del siglo XXI

Las últimas noticias son como una máquina del tiempo. La boda real, la beatificación y la muerte de Bin Laden me trasladan a la Edad Media. Cuando los terratenientes y los primeros reyes saludaban en el balcón a sus súbditos, cuando la religión dominaba la ciencia y cuando la venganza sustituía a la justicia.
Para todos los políticos y compañeros que por su situación privilegiada mueven los hilos avisamos que no nos apetece volver a vivir esa época, que ya tuvo lugar. En la que quemar a una mujer porque el vecino, al que le negó un beso, la acusó de bruja ya pasó. Que ahora queremos vivir en el siglo XXI, un tiempo en que la igualdad, la ciencia y la justicia deberían, porque no lo están, ser las palabras clave.

Estos tres acontecimientos cargados de dudas, de incertidumbres y de datos que no cuadran se aceptan como la Ley de la Gravedad. La monarquía se concibe, por mucha gente, como una institución anacrónica, machista y desigual. Los ciudadanos soportamos enormes cargas económicas para pagar la vida de una familia, porque unos antecesores decidieron declararse a sí mismos, por su situación económica privilegiada, Rey por la gracia de Dios. Pues aviso que yo me declaro emperatriz del mundo por la gracia de las letras de Internet. Millones de personas que no llegan a fin de mes ven como su dinero se usa para pagar los vestidos de una señora anoréxica, los viajes a Mallorca y los caros regalos a insectos que van chupando la sangre o aprovechan la hucha sin fondo los primos, tíos y demás familia. Una institución en la que predomina la sucesión de un hombre sobre una mujer. Pero sobre todo, que no hemos elegido por sufragio universal. Que ningún político ha preguntado al pueblo, al que representa, si de verdad la queremos o preferimos que se vayan de vacaciones perpetuas, pagadas por ellos, puntualizo.

El dominio de la religión sobre la ciencia se resume con una fácil imagen. Conocidos que todavía consideran que acabarás ardiendo en el infierno. Si de verdad existe, yo sé que seré más feliz allí que en un aburrido cielo en el que nadie tiene vicios, confesables o inconfesables. Lo curioso es que ese tipo de gente cree tener la verdad absoluta del cielo y el infierno, esa dicotomía que, simplemente, no podría existir la una sin la otra. Al igual que sucede entre el bien y el mal, lo bonito y lo feo. Pero las dicotomías son siempre subjetivas. Esa gente nunca da opción a escuchar otras ideas, más científicas y numéricas y menos sentimentales e imaginativas. Esas personas que con ir a misa limpian sus pecados, sus malos actos, su falta de empatía hacia los demás. Esa gente que apoya, sin saber o sin querer saberlo, a una mafia elitista.

El tercer aspecto la muerte de Bin Laden, un cabeza de turco. Si hay un atentado se necesita un culpable. El malo de la peli, alguien a quien poder culpar. A un heróe negro que puedas matar en el momento justo que más interesa a un Estado. A un país que, al igual que China, desconoce la Declaración de los Derechos Humanos. Que puso su esperanza en un presidente negro. O que usa al dirigente de color como títere para simular una igualdad de raza, de religión y de pensamiento que no se refleja en la realidad. Demostrar que la venganza gana a la justicia.Romper con el esfuerzo de mucha gente que luchó por unos derechos y una igualdad. Abrir todavía más la brecha de Oriente y Occidente. A todos ellos Enhorabuena.


Esto es un pequeño resumen. Por favor recordad que no estamos en la Edad Media. Si no es por todas estas razones, que deberían preocupar y mucho, escoged como razón que entonces no había Internet, ni facebook, ni Iphone, ni nada.....