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domingo, 29 de julio de 2012

Una historia narrada en tres partes


Parte 1 (Narrada por él)

No encuentro mi paquete de tabaco. Esta mujer no hace más que esconderlo. Desde que lleva la criatura en el vientre está más pesada que nunca. No me deja fumar, tampoco beber. Como siempre llego tarde, menos mal que El pelos, con su cara de embobado, llega siempre el último. Van a flipar con la noticia.

Voy a ser padre. Lo que supone cambiar las copas por pañales. No dormir por las noches. Ahora que trabajo tantas horas para poder irme de viaje. Además, al final siempre elige ella. El año pasado se le metió Grecia entre ceja y ceja, y allí que fuimos. Con el crío, se acabaron las vacaciones.

“Me voy, te veo luego”, grita,  y cierra la puerta antes de escuchar su respuesta. Sin percatarse de que ella ya no estaba en casa.

Parte 2 (Narrada por ella)

Le observo desde el sillón de la habitación mientras duerme abrazado a la almohada. Es la última vez que vigilaré su respiración. No quiero verle. Tampoco quiero que me despierte con su olor a alcohol después de su juerga con los amigos del colegio. Ni que me acaricie con sus ásperas manos. Prefiero tocarme yo, me conozco mejor.

Me he tomado la libertad de fumarme un cigarro que he cogido de un paquete que arrojó al suelo cuando llegó a casa antes de dejar toda la ropa tirada por el suelo. Hago dibujos abstractos con el humo. En mi mano derecha tengo una copa cargada de vino blanco que bebo a pequeños sorbos.

El médico me recomendó no fumar ni beber durante el embarazo. Pero yo no quiero este niño. No sé el porqué de esta rabia, ni de este odio. Tengo ganas de golpearme la tripa. De empezar a sangrar. De perderlo de mi vista. Me gustaría arrojar la copa al suelo y ponerme a gritar. Pero no puedo, porque él está durmiendo.  Yo me pregunto, si tanto le gustan los niños, ¿Por qué no se lo queda él?

Sabía que no deseaba ser madre. “No lo quiero”, susurra, mientras se acaricia la tripa.

Parte 3 (Voz en off)

Tras observar cómo roncaba, la mujer apagó la colilla en un cenicero. Apuró de un trago su copa de vino barato. Le dio un beso al hombre de la cama, sin demasiada pasión, como si fuera un gesto de rutina. Le dejó una nota en la mesilla situada en el lado derecho de la cama. 

La mujer se pintó los labios de color rojo. Se abrochó el cinturón de la gabardina. Agarró con su mano derecha una maleta, también roja, y con la izquierda un billete de avión a Londres.

P.D. Con las tonterías de Gallardón volvemos al siglo XV. También a las clínicas clandestinas, lo que supone un gran riesgo para la salud de las mujeres. Señor ministro, no es fácil tomar una decisión de semejantes características porque las primeras afectadas son las mujeres. Usted no puede decidir sobre nuestros vientres.



sábado, 28 de julio de 2012

Sobrevivir


“Yo no vivo, yo sobrevivo”, dice una viejecita que se aferra a una funda llena de papeles con el sello de la Comunidad de Madrid. El escenario es uno de los vagones del suburbano que ven pasar la vida de estación en estación. Aunque, esta sentencia la podría ejecutar cualquier persona, en cualquier lugar, en cualquier momento. No es exclusiva. La señora, de pelo cano, se apoya en una muleta con unas manos que denotan años de trabajo, transmiten su propio cansancio. Su ropa, totalmente negra, refleja su excesivo sufrimiento. También su insuficiente nivel de ingresos. Sus gafas, algo sucias, pero necesarias para ver más allá de su vida, para alejarse de sus problemas, se le van resbalando.

La viejita baila en el Metro. No porque se dedique a la danza, sino porque no consigue mantener el equilibrio que exige la situación: Andar mientras el metro está en marcha. Camina como puede y pide a los ciudadanos una ayuda, la que debería llegar, y no llega, de las administraciones.

Narra su historia como si contara un cuento con final amargo a cualquiera de sus nietos. El alquiler de su piso ascienda a 260 euros, facturas aparte. Con su pensión, de esas que te dan la risa de lo minúsculas que son, no llega. Imagino que porque ayuda a alguno de sus hijos que se quedó en el paro. Los abuelos se han convertido, como consecuencia de la crisis, en el sustento de muchas familias. El drama del desempleo afecta ya a uno de cada cuatro españoles, sin diferenciar entre edad, sexo o formación.

La abuela enseña sus papeles y argumenta: “No quiero engañaros, pero es que no llego a final de mes. Cualquier ayuda me sirve”. Y da las gracias, mientras sigue su largo camino. No puede permitirse volver a casa sin nada. El resto de los viajeros del vagón nos miramos en silencio. No hay corazón, ni voz, para tanto drama.

P.D. Sobran dirigentes mediocres. Este país se ha convertido en una oligarquía barata. Que dimita el gobierno, antes de que provoque un suicidio colectivo o que no queden habitantes en España. Basta de mentiras, que el rescate lo paguen los bancos y no los ciudadanos. 

domingo, 22 de julio de 2012

Aire acondicionado


Para mí, aire acondicionado es la palabra del verano. Mi talismán. Me gustaría que mi vocablo favorito estos días fuera vacaciones. O avión, playa, montaña, pasaporte, billete, hotel, estación… Un sinfín más de nombres, adjetivos, adverbios, también verbos, que se relacionan con esta época del año, con la desconexión total.

Apostaría entonces por apagar el móvil y no consultar el correo, olvidarme de revisar los mensajes del buzón de voz y huir del asfalto que me asfixia. Pero, me quedo en la ciudad. Me quedo sin vacaciones.

 Mi premio de consuelo es el aire acondicionado y que podré encontrar sitio en las terrazas para tomarme algo sin tener que pegarme con nadie, algo que no sucede el resto del año.

Por ello, quiero hacer un llamamiento a mis contactos para que me dejen de dar envidia con sus viajes, sus días panza arriba al sol. No quiero que me hablen de sus paellas en la costa levantina, ni de su bronceado. Pero, lo que menos deseo es que me enseñen las 800 fotos del viaje. Esto no es por envidia, sino por aburrimiento. No lo soporto. Tampoco me gustan los vídeos que enseñan hasta los lavabos de los hoteles. Ni la imagen de los niños tirándose a la piscina y lloriqueando por un helado.


Lo bueno de quedarme en la ciudad es que no voy a engordar, porque no voy a ser partícipe de esas comidas cuyo objetivo es reventar para, después, tirarse durante horas en la hamaca. Tampoco voy a tener que contestar preguntas impertinentes. Estaré a mi ritmo, seguiré los latidos de la ciudad desierta. Sin prisas y sin agobios. Y sin gente.

sábado, 21 de julio de 2012

Año cero


Infancia

Verde, amarillo o rojo.  Son los tres colores de los brazaletes de plástico que determinan la desnutrición en África. Diagnóstico: Pulsera roja. O desnutrición severa.  Tripa hinchada y pelo naranja. Huesos. Ella tuvo la mala suerte de nacer con los espíritus en contra, afectada por el mal de ojo. En unos meses de sequía, de revueltas, de sangre y de cuencos vacíos. Cuando los mercados especulaban con la comida, y con la vida.

Juventud

El sol le da en la espalda. 43 grados. Sudor. No es agradable remover las cosas en un basurero con semejantes temperaturas. El olor es más intenso.  Él busca comida aquí desde que tenía 10 años. Es la edad en la que tuvo que abandonar el colegio para encontrar algo para alimentar a sus hermanos. Él  quería ser médico. Quería curar a su madre. Ahora le llaman “El buscador de objetos”. De milagros entre tanta chatarra.

Edad adulta

Tiene los pies hinchados. Algo normal porque se encuentra en su octavo mes de embarazo. La tercera niña. Su quinto hijo. Espera que la primera sin VIH.  Un virus que se ha convertido en uno más de la familia. Las medicinas son caras y la muerte está demasiado  cerca. Se ha adjudicado su propio rincón en la casa. Entre las paredes de barro y cartón. En los silencios entre palabras.

Vejez

Descansa. Chupa una hierba en la boca. Le quita la sed. Le cura el alma. Él está sentado  a la sombra. Vigila a los elefantes.  Les pone nombres. Se sabe su historia. Conoce el comportamiento de la manada. Las horas en las que beben agua. También que se bañan cuando el sol desaparece. Ya se ha jubilado, pero los cazadores furtivos no descansan. Quieren los colmillos. Y él ama a sus elefantes.

P.D. Hoy se cumple un triste aniversario. Hace un año que la ONU declaró la hambruna en el cuerno de África.  

viernes, 20 de julio de 2012

Ciudadano 868

Feo. Así lo describieron cuando nació. Demasiado pelo. Los ojos muy cerrados y con manchas rojas en su cuerpo. Pero, dicen, que los bebés menos agraciados son después los más guapos. Y ya puede ser guapo, porque necesitará un trabajo en el que gane dinero. Es posible que la belleza adulta, que suponemos tendrá, le ayudará a conquistar a la mujer encargada del departamento de Recursos Humanos de una gran empresa.

Este niño ha llegado al mundo con una deuda bajo el brazo, lo del pan pasó de moda. Debe 868 euros al Estado, al igual que cada ciudadano. Un importe que se utilizará para pagar el rescate financiero. Más o menos mi sueldo mensual. A veces más, otras algo menos.

Espero que este niño sea el primogénito de unos aristócratas venidos a menos. De lo contrario, es posible que no tenga aire que llevarse a la boca, que para cuando este matriculado en una escuela no queden becas de comedor.
Por la forma en que se chupa el dedo demuestra que pertenece a una familia de rancio abolengo y que sus papás le han abierto una cuenta corriente para que aprenda a ahorrar. Para que mande su dinero a bancos extranjeros y luego rescaten a países con deudas. Y, después, recupere su dinero con intereses. Siempre a costa del sufrimiento de la gente.

Aun así, tendrá que apoquinar sus euros. Una cifra que es inferior a la que cobran 314 politicos de Madrid como dietas de alojamiento y comida para trabajar en Madrid. Lógico. También es el sueldo de un obispo. O lo que cuesta un vestido de la princesa Letizia o unos zapatos de las infantas. 

El bebé nació tarde. Los beneficios ya se repartieron entre los ciudadanos. Bueno, entre cuatro. Se ve que yo, al igual que unos 40 millones de personas, dimos mal nuestro número de cuenta y nadie nos ha ingresado los millones que nos corresponden.

No tiene sentido que los ciudadanos que no han participado en los beneficios tengan que pagar la deuda de los bancos, que se gestó por prácticas abusivas y por avaricia. La deuda que la paguen los que la crearon, a la vez que son juzgados por su falta de ética y su pésima gestión.

miércoles, 18 de julio de 2012

El trabajador de la semana

Creo que me quedo corta con semejante galardón. Quizás, el título debería llamarse el trabajador del mes, o del año. Más aún, de la década. Él es el trabajador del siglo. No le corono como el empleado del milenio porque creo que sería como entregar un premio Nobel de la paz antes de hacer nada. Bueno, creo que ya ocurrió.

El redoble de tambores es para.... don Juan Carlos de Borbón. El pobre ha dicho que otros en su misma situación estarían de baja. Fijo, especialmente porque conozco a gente operada de cáncer que, rápidamente, se ha reincorporado a su puesto de trabajo por temor a encontrarse su silla en la calle.  Por no hablar de los millones de personas que han montado su oficina en cualquier rincón de la ciudad. Sí, están parados. Y creo que don Juan Carlos, y toda su familia, bien se podrían sumar a esa larga lista. Más que nada porque él es muy campechano y seguro que se adapta enseguida a vivir con el subsidio de los 400 euros al mes, si es que no lo quitan antes.


El rey que tuvo que ser operado por exceso de trabajo. Por caerse mientras estaba cazando elefantes con su amante en un paraíso de África. Las típicas vacaciones que hacemos todos. A través de los documentales de la 2 mientras nos echamos la siesta. Por cierto, Babar ya ha anunciado que no acudirá a los próximos eventos que se celebren en Zarzuela.

Pero, además, ha decidido bajarse el sueldo 20.000 euros. Con la mitad de dinero viven muchos españoles. También con la cuarta parte. Él que apuesta por la total transparencia.Tan claros son sus gastos que no se ven, y nadie los sabe con exactitud.La Casa Real recibe la mísera cantidad de 8, 26 millones de euros. Normal que se recorte a los parados. ¡Qué poco generosos somos en este país! 

Menos mal que cuenta con una familia que le ayuda a superar todos estos baches económicos. Por ello, su yerno Iñaki Urdangarin ha estado haciendo negocios un poco turbios. Pero, la familia tiene que comer. Y si hay que robar una barra de pan, enviar el dinero a paraísos fiscales o hacer contratos falsos, pues se hace.

Por cierto, su familia política también está siendo investigada. Que trabajen, pero de verdad, toda esta panda de parásitos. Y que aprendan a ganarse la vida con el dinero de su propio sueldo. Basta de robar al personal y, aún encima, que suelten perlas como las de hoy. 

lunes, 16 de julio de 2012

Para ti, que no sabes pronunciar más de tres palabras seguidas



Lástima de país que una diputada se hace famosa por decir tres palabras antes que por hacer algo útil para la sociedad. Y la muchacha ya lleva unos años en el Congreso...

En fin, creo que la revolución francesa fue simplemente un ensayo... 

domingo, 15 de julio de 2012

Actualizar agendas

Prometo llamadas. "Ya te llamaré", digo. Otras veces: "Ya te llamo yo". Luego me escudo en mi falta de tiempo para no realizarlas. Aunque debo confesar que, a veces, me da pereza llamar a cierta gente porque se enrollan más que las persianas. Te hacen un diario meticuloso de su día a día. Y, la verdad, nadie tiene una vida tan intensa como para contarla minuto a minuto. O para retransmitirla en livestream, tan de moda estos días. Hoy, que tenía cierto tiempo libre, he decidido revisar un poquito mi agenda. Poner al día mis llamadas. 


Al mirar mi listín, mis sospechas se han hecho realidad: tengo gente que no conozco. El motivo, desconocido. Así que he llegado a una conclusión: tengo que hacer una revisión urgente. En mi agenda tengo 14 Marías y, que me suenen, suman tres. Pero lo de eliminar gente de forma sistemática tiene sus riesgos, porque a los días recibes un mensaje de un número desconocido, pero que se sabe toda tu vida. Deduzco, sin ser detective, que he sido yo misma la que le he taladrado la cabeza. 
Mi solución pasa por apuntar los números a la manera tradicional: en una agenda. Pero esta vez debería de pasar de la C. Para mí, no existe más abecedario cuando tengo que escribir a mano.

miércoles, 11 de julio de 2012

¿De qué lado estás?

- Del que no estás tú
- Del lado donde no existe el miedo
- Del lado en que se ven injustas las amnistías fiscales
- Donde se atienden a todos los ciudadanos por igual en los hospitales
- Donde se prima el conocimiento y la ciencia
- Donde la Policía no golpea a los manifestantes
- En un lugar en que la religión se queda en casa, porque depende de cada uno
- Que puedo expresar mis ideas
- En unas calles en las que me puedo manifestar
- Donde los corruptos son juzgados
- En un país en que la monarquía ya no existe
- Estoy en el lado que no estás tú, porque yo estoy del lado de la dignidad

domingo, 8 de julio de 2012

El alcohol, causa y solución de todos los problemas

Ya lo dijo en su momento un gran pensador: "El alcohol es causa y solución de todos los problemas". Ese gran hombre ilustrado era Homer J. Simpson. Y tiene razón. A veces, el alcohol juega malas pasadas y desencadena algún que otro mal entendido. También afina la mente y pone en marcha ideas que, aunque se te habían pasado por la cabeza, te habías prometido (o casi) no llevar a cabo. De allí tiene su origen la frase: "Pero luego no lo digas cuando vayas borrach@", que ya te avisa del futuro, algo similar al anuncio en el que una mujer muy albina muestra la lejía de dentro de 20 años.

Uno de los efectos del alcohol es que obsesiona con la verdad, tienes que llegar hasta el final de los hechos, como si tu nómina la pagara Grissom de CSI. Preguntas y más preguntas con el único fin de alcanzar tu objetivo, que a veces solo existe en tu cabeza. Otro es que provoca las discusiones más tontas. Nadie ve bien, por lo que es posible que ninguno de los que participa en el debate tenga razón. O que la conversación sea un absurdo.

El alcohol te convierte en un experto en tecnología 2.0 y en escribir mensajes de móvil (repito que una buena idea es apagar el móvil cuando todavía se tiene lucidez). Finalmente, puede transformarte en un payaso de circo. Este fenómeno es mayor si los de tu alrededor no han bebido ni una gota. La vergüenza al día siguiente es monumental. Peor todavía es que no recuerdes nada, o casi nada, y que te hayas enrollado con alguien que no entraba en tus planes.

Tras estos problemillas, llega el momento de las ventajas. El alcohol es socializador, si llegas a un sitio y no conoces a nadie, propón salir un día de fiesta. Los copazos unen, y mucho. A lo más tímidos les ayuda a ligar. También es revelador de los secretos mejor guardados.



A veces, resuelve dudas existenciales, a mí me inspira en algunas ocasiones.

En fin, después de toda esta parrafada no sé si tomarme un copazo o volverme abstemia.


Lista de personas que quiero matar

Michel Foucault decía que la manía de las personas de clasificarlo todo limitaba nuestra capacidad de pensamiento. También eludía la verdad, y evitaba la realidad. Un buen ejemplo de ello es el bien y el mal.Por tanto, las divisiones que creamos deben ser provisionales. Así que es posible que la lista que da nombre a mi post cambie con el tiempo. O dentro de diez minutos.

Todo el mundo tiene una lista de personas que quiere matar, que se va construyendo con el tiempo. También varía. Yo no voy a dar mis nombres porque no son interesantes y porque, por el momento, no tengo ninguna gana de hacerla efectiva. Aunque sé que el mundo funcionaría mejor sin ciertas personas, sin algunos ministros.

Para no quedar de agresiva, creo que se podría sustituir matar por enviar a una isla, como hicieron, tiempo atrás, con Napoleón. Queda también otra posibilidad: Que el tiempo deje a cada uno en su lugar.


sábado, 7 de julio de 2012

El hueco del postre

Por todos, o por casi todos, es sabido que existe el llamado hueco del postre. Es un espacio reservado, de forma exclusiva, para la última parte de la comida. En el día a día no tiene demasiada importancia, ya que en nuestro menú, el postre más frecuente es el café, mejor si es sin azúcar.

Sin embargo, en fechas señaladas, momento en que las comidas son copiosas, es necesario tener bien educado el estómago. Debe saber que después del atracón viene el pastel. Este fenómeno aparece, por lo general, cuando las comidas son fuera de casa. El hueco del postre roza la gulimia  http://quemetrasladenamarte.blogspot.com.es/2011/07/gulimia.html.

Pero amigos, no es fácil crear el hueco del postre. Yo llevo años intentando agrandar el mío y no lo logro en todas las comidas. Entonces, está bien sustituir ese pastel por un buen chupito. Más que nada porque dicen que son digestivos.

P.D. Por cierto, la foto, la receta y ese pastel con tan buena pinta son de la página de una amiga: http://www.mysecretrecipes.es/bizcocho_de_chocolate_micro.aspx. Os invito a visitarla! Cuidado porque provoca un hambre feroz!!