Buscar este blog

martes, 31 de enero de 2012

Maybe

Desde que tenía uso de razón, su madre le había hablado en inglés. Quería que ella tuviera mejor suerte en la vida.No quería que ella oliera para siempre a lejía. Aunque ahora ni eso. Ahora huele a nada. A lo mismo que las nubes. Y sin embargo, a pesar de ser una mujer sin olor, cuando pregonó un sonoro good morning, al tiempo que levantaba las persianas para que los rayos del sol colaboraran en la casi misión imposible de sacar a la niña de la cama, volvió a sentirse, por un momento, ella misma.

Minutos depués la vestía con la misma delicadeza con la que lo hizo desde que nació hace cinco años. A continuación, le puso el abrigo, los guantes, el gorro y la bufanda. A la niña apenas se le veían los ojos. Pero hoy era una mañana diferente porque la pequeña pudo coger de una mano a su madre y de la otra a su osito favorito, M.

En el momento que atravesaron las puertas de un edificio que no había visto nunca, ella supo que sería la última vez que lo harían juntas. "Will I see you?", le preguntó aferrándose a M. "Maybe", contestó su madre al tiempo que se giró de forma brusca para que no la viera llorar.

P.D. Sin palabras: http://periodismohumano.com/economia/ya-no-puedo-mantener-a-mi-hija-por-favor-hazte-cargo-de-ella.html

jueves, 26 de enero de 2012

España, un país de (y para) corruptos

Ayer, como muchos españoles, presencié un doble espectáculo. El primero, el punto y final del juicio de los trajes que sentó en el banquillo a Francisco Camps y a Ricardo Costa. El segundo, el partido del Barcelona-Madrid. Confieso que estuve más entretenida con el primero, porque el juicio de Mr Camps era como un monólogo del Club de la Comedia. Precio: unos trajes por unas buenas risas. Yo me reía por no llorar. Parecía una broma de cámara oculta.
Varios niños piden consejo a Camps sobre cómo robar dinero público.

Mi veredicto es que al jurado también lo compraron. No sé si con trajes, relojes, viajes, maletines llenos de dinero, una casa en la costa. Sospechoso es que los votos necesarios para declararlo inocente fueran  justo los cinco que consiguió. Alguna persona que merodeó por el hotel en el que reflexionaba el jurado popular acordó que cinco verdugos lo alzarían al cielo y cuatro al infierno, para que todo este circo fuera más creíble. Cuando ni su amigo el Bigotes cree ya en él. No obstante, los trajes de 12.000 euros son una pequeña anécdota de todo por lo que tendría que ser juzgado. Y, esperemos, ocurra en un futuro. Tranquilo Mr Camps, tu moreno solarium combina muy bien con los trajes a rayas.

El el mundo al revés en el que vivimos, los ladrones pasean en coches de la Fórmula 1. Los jueces que intentan encarcelarlos se sientan en el banquillo y serán, quizás, declarados culpables. También se librarán de la prisión Blanco, Jaume Matas, Urdangarín y su Infanta. Aquí es mejor robar dinero público que ser un buen científico. Probado queda.

P.D. La Comunidad de la risa, digo Valenciana, me deleita con curiosas noticias cada día. Ayer leí que el hospital La Fe de Valencia compró una pantalla gigante por 600.000 euros, imagino que para anunciar los recortes en los quirófanos.

martes, 17 de enero de 2012

Sobre madres y gobiernos coraje

Rodeada de libros en el parque o en una biblioteca, Silvia Sanz estudiaba con detenimiento las asignaturas de su carrera. A veces también lo hacía en casa, pero los ladridos del perro del vecino le despistaban con facilidad. También salía con frecuencia con sus amigos de siempre a tomar alguna cerveza. Los días de sol quedaba para ir a la playa. Y por las noches se tiraba en la arena para ver las estrellas. Siempre llevaba y lleva algo en las manos, cualquier cosa con la que poder demostrar algún principio químico.

Hace unos años se convirtió, como otros compañeros, en una pequeña rata de laboratorio. Pasaba horas rodeada de probetas bronceada por la luz de un flexo. En los bolsillos de su bata colgaba una libreta y unos bolígrafos traídos de casa. Con poca ciencia llegaron los primeros recortes. Pero el páncreas, no el suyo sino el que conocía con los ojos cerrados, seguía sobre la mesa. Esperaba ser estudiado. La investigadora y el órgano del cuerpo pasaban tanto tiempo juntos que, cada vez que ella tenía algún disgusto, el páncreas cambiaba un poco de color. Los rumores de pasillo acabaron por pudrirlo.

A los meses, Silvia y 192 compañeros del centro de investigación Príncipe Felipe de Valenica comenzaron un nuevo estudio: La calle y la larga cola del paro. Tres meses después, Silvia vuelve al punto en el que dejó el proyecto gracias a una madre, apodada coraje, que ha recaudado el dinero necesario para pagar a esta investigadora con el objetivo de encontrar una cura a la enfermedad de su hija.Y yo no puedo evitar lanzar una pregunta. ¿Cuándo el gobierno tendrá el coraje de destinar más dinero a proyectos de investigación en vez de a trajes, iPhones, putas y cocaína?


domingo, 15 de enero de 2012

El exilio de 8.000 millones de euros

Le preguntaba si allí donde iban hacía frío. No quería dejar nada al azar, sus maletas tenían que formar un puzzle perfecto. Como perfecta, para ella, había sido su vida hasta entonces. O por lo menos todo quedaba tapado bajo un manto de joyas, coches, maquillaje y flores. La realidad, que siempre supera a la ficción, se empeñó en despertarle de esa ensoñación. Y también se empeñó en arrastrarla de su mansión.

Miraba a su marido a través de los ojos de unas gafas de sol. Y lo hacía con la devoción de una mujer que amó toda su vida a un asesino. No sé muy bien cómo puede ser esa mirada, así que no podría describirla. Imagino que ella vería, simplemente, un palacio de oro, un trato servicial de millones de ciudadanos y un armario en el que perderse y encontrar las mejores telas diseñadas por los mejores modistos.El día en que él le dijo que tenían que hacer las maletas, ella bebía un té. Y actuó con más tranquilidad que si alguien le hubiera dicho que se le veía la raíz, que tenía que teñirse el pelo. Eso, probablemente, le hubiera dejado paralizada.

Preparó las maletas con cuidado, sin saber exactamente dónde irían. ¿Qué país se atrevería a recibir con los brazos abiertos a una persona condenada por aniquilar a su propio pueblo? Y sin embargo, un par de llamadas fueron suficientes. El avión, pocas horas después, aterrizaba en Riad, en el país del lujo. Allí, una limusina les esperaba para trasladarlos a su nuevo hogar.

Con el fin de adaptarse a su nueva vida, ella deshizo las maletas con cierta rapidez. Sólo había billetes: 8.000 millones de euros. Así comenzó el exilio del dictador tunecino Ben Alí y su mujer, Leila. Mientras, en su país esperan una orden de extradición, que ha sido rechazada por Arabia Saudí, para que el dictador pueda ser juzgado por un centenar de procesos abiertos, que incluyen malversación de fondos y asesinatos.
 



martes, 10 de enero de 2012

Cita a ciegas

Nunca llegaron a conocerse. Apenas coincidieron en espacio y tiempo. La vida les impidió sentarse juntos a tomar un café en el que compartir experiencias, recuerdos. Tenían muchas cosas en común. Podrían haber estado hablando durante horas. En español, inglés y alemán, los tres idiomas que dominaban a la perfección. Ambos sentían pasión por la astronomía, por madrugar y por hacer deporte al aire libre. Me atrevo a decir que, de haberse celebrado tal encuentro, serían grandes amigos.


Sin embargo, su encuentro estuvo amparado por las manecillas de un reloj de pared. En una sala demasiado fría y que distaba mucho de las ruidosas cafeterías que ambos frecuentaban. Donde pedían un café largo para despejarse por la mañana, a la misma hora, pero en puntos diferentes de la ciudad.

La única vez que sus cuerpos se juntaron, no se vieron. Sus ojos permanecían cerrados. Y sus corazones parados. De haber sido conscientes de la situación en la que se encontraban se darían la mano. Sin embargo, el gesto fue mayor. Uno de los hombres regaló su corazón a otro hombre anónimo. Le regaló tiempo, le devolvió a la vida.

P.D. Una buena noticia. http://www.publico.es/416171/espana-supera-su-propio-record-de-donantes-y-trasplantes-de-organos Esperemos que el corazón de Público no deje de latir.

domingo, 8 de enero de 2012

Ahora que todo lo sé

Coincidiendo con mi nueva afición de comer nueces todos los días  (dicen que las personas necesitan mínimo cuatro para mantener despierto el cerebro), notó mi cabeza pensante más espabilada. No es que ahora todo lo sepa. Si alguien llega alguna vez a esa circunstancia que se prepare, porque lo más probable es que esté muerto o en camino.  No me quiero poner apocalíptica. Yo tengo la suerte de no saber nada y de dudar por todo, o casi todo. Pero hay gente que dice conocer las respuestas de este mundo...

Entre esos eruditos ficticios están los políticos. Curiosamente durante el tiempo que están en la oposición, se sientan tranquilos en su sillón del congreso y se mandan mensajitos, duermen o piensan en la lista de la compra o en el cotilleo de turno. Pero cuando llegan a ministros, todo es distinto. Se enteran de todo. Presentan cifras que nunca habían manejado (cuando es su obligación conocerlas como la tabla de multiplicar). Digo yo que la labor de la oposición es de además de transmitir las propuestas ciudadanas, de vigilar todas las medidas del Gobierno. Que, estén a favor o en contra, pero que se hagan de forma lícita y legítima y sin regalar trajes, ni maletines, ni palacetes, ni licencias, ni un café.


 Sorprende saber que a la corrupción, a pesar de que ocupa un escaño en el parlamento, nadie la conoce, mientras los ciudadanos de a pie mantenían conversaciones todos los días sobre ella, como si fuera una amiga íntima de toda la vida. Nadie confirma que conocía las actividades del duque de Palma, si bien éste había llamado casa por casa para preguntar si alguien deseaba algún contrato con el instituto Noós. Nadie se había leído ningún informe de la situación económica de España, cuando deberían recitarlo by heart. Pero ahora todo lo saben, y como solución sacan la tijera. No podré decir que no lo sabíamos porque lo habían dicho a gritos, aunque sin palabras. Aún así, me llama la atención que la gente se haga la sorprendida con las nuevas medidas del Gobierno. Será que necesitan un par de nueces al día.



viernes, 6 de enero de 2012

Cartas enviadas por palomas mensajeras

Ya sé que es tarde, que las cartas a los Reyes se escriben antes. Sin embargo, esta misiva no es exactamente para ellos. Ayer muchos niños apuraban hasta el último momento la entrega de su lista de peticiones a Sus Majestades de Oriente. Lo interesante de toda esta historia es la inocencia. El convencimiento que tienen todos los niños de España de que tres señores con barbas y camellos, en menos de 12 horas, entrarán en sus casas para dejar varios regalos. Además, comerán roscón y beberán una copita de champagne. ¿Saben el ciego que llevarían si siguieran ese ritmo? Seguro que luego les multaban al conducir sus camellos, si es que logran subirse de nuevo (ya saben, el Estado necesita dinero). Pero, ellos son mágicos. Y convierten las cosas más inexplicables en explicables.

Siguiendo estas teorías de la inocencia infantil, y a veces adulta, un compañero de trabajo comentó ayer que él ha soñado varias veces que, en plena cabalgata, un señor con un megáfono les cuenta a los niños la verdad: los Reyes no existen. Imaginen la carita y los lloros de miles de niños.

Con la política y los jóvenes (y no tan jóvenes), si me permiten la comparación, ocurre casi lo mismo. Estamos todos ciegos o tuertos porque creemos en lo que nos dicen, sin buscar el segundo sentido de la frase. El escondido, el real. Votamos a Camps, José Blanco, Leire Pajín o Jaume Matas. Incluso hemos pensado, en más de una ocasión, que podrían ser inocentes. Aunque inocentes no sé de qué.

Hasta que un día, cuando tienes unos 26 años, todo el mundo dice que es una edad de transición, escuchas la voz del megáfono, que siempre se había cuidado muy mucho de no decirte la verdad para que no te decepcionaras antes de tiempo, y te enteras de la mentira, en parte, en la que vivimos todos. En la que lo único, o casi lo único, que importa son los intereses económicos. Y donde la corrupción es como un caramelo envenenado.

Mi breve carta sólo podría llegar a su destino por paloma mensajera. Le pido a Rajoy, si algún día vuelve a la realidad y deja el mundo de la fantasía (anda desaparecido desde que ganó las elecciones) que deje de recortar, porque esos "nuevos ajustes" que él promulga sólo afectan a los que menos tienen, y allí estamos los jóvenes. No se lo digo por nada, pero de aquí a unos años él se hará viejo y quizás nosotros, los jóvenes, pensemos en vengarnos y recortar servicios en su residencia de ancianos. A la vez que le subimos la cuota mensual, claro.

miércoles, 4 de enero de 2012

Diagnóstico: Pérdida momentánea de amigos por whatsApp

"Eres una amiga muy cara", es una gracia que me han repetido mil millones de veces. La primera me reí, la segunda sonreí, la tercera hice un amago de mueca y ya, a la cuarta, hubiera tirado el café a la cabeza a alguien. Todo por no tener un móvil con whatsApp, esa aplicación que es un chat gratuito, de momento, entre smartphones. Lo más gracioso es que la gente suele decir esta frase sin levantar los ojos de la pantalla, sin mirarte. La persona que te increpa con tan original frase, mientras te hace responsable de dejar al borde de los números rojos su cuenta corriente, mantenía una conversación con varios ciberamigos, algunos con lo que si se encuentra por la calle ni siquiera saludaría.

Algunos me dirán que, si por mi fuera, estaríamos todavía en la Edad de Piedra, en la Edad Media o en la Edad del Hilo, donde la gente se comunicaba con una cuerda en la que en los extremos había dos vasos para escuchar lo que el otro decía. Tampoco es eso. La tecnología, como la comida o la bebida, es buena si no se abusa de ella, o se explota al máximo sólo en algunos momentos.


Desde que tenemos Facebook o Twitter, mi vida parece ser más pública que el romance-boda-separación-embarazo-amistad-reconciliación (el orden de los factores no afecta a la exclusiva) de Kiko Rivera y su novia, Jessica Bueno. Todo el mundo ve tus fotografía antes que tú mismo. "¿No lo has visto?- preguntan- Pues lleva ya como 15 minutos- responden". Para el que no lo sepa: No estoy pendiente 24 horas al día ni de los e-mails, ni de los mensajitos en facebook, ni de los tuits de variados personajes. No tengo un móvil con Internet y me gusta. Porque para desconectar sólo tengo que apagarlo o ponerlo en silencio. Sin estar pendiente del tic, esa señal que indica que ya ha llegado el whatsApp.

El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento. Si lo desean, pueden dejar un mensaje tras la señal. Bip, bip. Cualquier cosa avisar al móvil, sino puede que no me entere. Lo de si respondo o no, ya es sólo mi responsabilidad.




lunes, 2 de enero de 2012

La necesidad

"Necesito un iPhone", decía hoy un chico en una mesa de un restaurante. Pero, ¿Quién crea esa necesidad? ¿Qué nos hace aferrarnos a ciertos objetos? ¿La publicidad, el marketing? Quizás, la sociedad misma, el conjunto, el ego. El sentimiento de lo que creemos ser. La idealización de lo que no se posee hasta que se tiene.

La necesidad material es más sencilla que la emocional. Resulta más fácil de resolver. Sin embargo, es la segunda la que nos trae de cabeza. Apuntar que como todo resulta relativa. Es la relativa necesidad de las personas. Es importante saber que lo que para unos es una necesidad, para otros puede ser un compromiso o un detalle sin importancia. Es por esto que las relaciones humanas son complicadas. Siempre queremos que nos quieran como nosotros queremos y no dejamos que cada cual lo haga a su manera, que seguro que no será la manera perfecta, pero sí es la real.

Hay gente que necesita que le digan constantemente que le quieren. Otros prefieren que hablen las acciones y no las palabras. La verdadera necesidad se crea de a poco, sin que seamos conscientes de ello y lo hace en silencio, sin palabras vacías. Sin artículos que carecen de significado.