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jueves, 30 de mayo de 2013

Un día en la vida

 


07. 55 Zzzzzzzzzzz

08. 03 Es hora de abrir los ojos para ver el mundo

09. 25 Siempre me encuentro cuando me pierdo

10. 18 A veces me gusta mirar la lluvia desde las ventanas

11. 45 Intenta meterte en todos los marrones que puedas

12. 07 Tengo hambre

13. 13 Sí se puede, pero no quieren

14. 30 Las mejores personas son aquellas a las que les gusta comer

15.56 Los beneficios del café (con moderación)

16. 23 ¿Podrías, por favor, dejarme tranquila?

17. 41 Por lo menos no ha dicho que no

18. 59 Por fin salgo de mi jaula para entrar, a continuación, en otra más grande

19. 35 ¿Os habéis enterado?

20. 07 Te echo de menos

21. 14 ¿Vamos a tomar algo?

22. 50 Sincronicemos relojes

23. 02 Todo el mundo tiene un pasado

24. 00 ¿Puedes volver a hacerlo?


P.D. Todo cambia, pero se necesita una buena dosis de paciencia

miércoles, 29 de mayo de 2013

Afterwork

Afterwork es un término que, literalmente, significa después de trabajar, pero que se traduce por: tomar algo después de horas encerrados y mamarnos un poco. Sustituye a la tradicional frase: "Vamos a tomarnos unas cañas que nos las hemos ganado". Aquí también se habla del jefe, o del nuevo de la oficina. Por esta razón, muchos bares y restaurantes se establecen cerca de los lugares de trabajo, ya que constituyen una fuente de ingresos importante. Como no podía ser menos, el Congreso de los diputados también tiene su bar. Un bar donde los cubatas cuestan 3,40€ y los vinos 1,15€ ¡Ya me gustaría a mí encontrar estos precios en los locales que salgo los fines de semana! También me gustaría conocer el precio del patxarán, una de mis bebidas de referencia, en ese garito para valorar definitivamente si ir o no. No es de extrañar que un país que subvenciona bebidas para sus políticos tenga que recortar en Dependencia.

Lo peor de las bebidas subvencionadas es que los políticos beben y beben y vuelven a beber, y, fruto de tanto alcohol en vena, pierden los iPads que entre todos les regalamos. Aunque eso no es lo peor. Tanta fiesta provoca que algunos diputados al día siguiente, mientras se debate la privatización de la Sanidad, se tengan que echar una cabezadita. Quizás no han podido dormir en esas casas fantasma para poder percibir el complemento de desplazamiento. No se preocupen. La solución pasa por volver al bar. Allí los cafés cuestan 85 céntimos.

martes, 28 de mayo de 2013

Lección número 1 de la vida

Al salir del metro para ir a trabajar, todos los viajeros que han acabado su trayecto en la misma parada que yo se han abalanzado hacia las escaleras mecánicas, en el mejor de los casos, o han subido en el ascensor. Bueno, todos no. Una chica joven con una pequeña minusvalía en la pierna ha sido la única que ha subido utilizando las escaleras tradicionales. Le ha costado un poquito más que al resto, pero lo ha conseguido. Ha llegado a su meta, ha superado el reto. Y con una sonrisa.

Todos podemos superarnos en el día a día, hacer las cosas mejor y utilizar menos excusas. Pero, para conseguirlo, tenemos que confiar en nosotros mismos.


miércoles, 22 de mayo de 2013

Ahora que nadie habla de ellos

Hace unos años, cuando todavía había abundancia de confeti, de trajes, bolsos y coches, era todo un orgullo conocer a los miembros de la élite social y económica del país. Algunos habían visto a determinado personaje solo una vez, y ya pregonaban que eran "grandes amigos". Dos personas quedaban a tomar un café y era como si hubieran compartido los veranos de la infancia en la playa de Sangenjo.

Entonces, se presumía de conocer a los mayores delincuentes, y se tenía la pseudo-obligación de reír todas sus gracias. De hecho, muchas personas se atrevían a mirarte por encima del hombro, pensando en lo pringado que eras por no seguir la corriente oficial. "Espabila", decían, sabiendo que los contratos, los ascensos y las adjudicaciones se conceden mediante contactos. "Si Amancio Ortega es un gran empresario", comentaban los que no sabían la ubicación de Bangladesh. Ni la de medio globo terráqueo. "Si Aznar siempre fue un gran presidente", argumentaban las grandes eléctricas y la empresa de catering Arturo. "Rodrigo Rato es todo un ejemplo", sentenciaban los brokers infames que desconocían la existencia de preferentes, el funcionamiento de la bolsa, y qué era la prima de riesgo, pero que se lucraban a base de ladrillo e ignorancia.

Para demostrar tan peligrosas amistades, algunos se retrataban juntos. A veces la gente se humillaba. La Humanidad sabe llegar a niveles de estupidez y crueldad desconocidos.

Tiempo después, cuando la gente ya no lleva máscaras, muchos son los que no hablan. Los que ya no saludan por la calle, al igual que se hace con los antiguos novios. Aseguran que nunca los conocieron. Jamás les idolatraron. Ahora que nadie habla bien de ellos, y esperemos que estén a las puertas de los juzgados, ¿quiénes son los pringados?

martes, 21 de mayo de 2013

Bodas a golpe de sobre

Lo mejor de las bodas es la barra libre. Allí siempre se conocen a las personas más peculiares del evento. Con un poco de suerte, o con mala suerte, hasta ligas. Pero lo mejor es que allí se cuentan los mejores secretos: que si la novia se casa embarazada o que si el prometido se acostó con la prima de la ahora mujer años atrás. También se reparten puros y se cuenta que uno ha pagado la iluminación de la ceremonia, y la iluminación de la Navidad Valenciana. Regalo de boda. Contraprestación.

Una boda suele servir para criticar los modelos de las invitadas. Lo gordos que están algunos y lo envejecidas que están otras. Bueno, las bodas de la familia Sepúlveda-Mato son para amortizar el confeti. Desvelo que hasta en los funerales se lanzan unos cuantos para despedir al muerto. Pero, en las bodas, no se comenta la caspa de los invitados. De allí la necesidad de la barra libre que anima a los comensales a gritar ¡Vivan los novios! y a bailar Paquito el Chocolatero (En el fondo sé que esta temazo sonó también en la boda del año)

En el enlace de la hija de Aznar, que casaron a su hija como si fuera la próxima Reina consorte, a pesar de la cara de pasmaos de los novios, se hablaba de los negocios de los invitados. Poco inteligente es invitar a una boda, blanco de todas las miradas por el gasto excesivo, a la mayoría de los responsables de la mayor trama de corrupción de la Historia Moderna de España (una Historia de cinco años porque el PSOE también tiene lo suyo).

En el momento en que salió toda la financiación ilegal del partido, liderada por el Bigotes y Correa, y con un protagonismo comparado al cura, se veía blanco y en botella, nunca mejor dicho, la conexión entre ambas partes. La duda ofende, ¿verdad señora? Todavía les queda aclarar quién pagó el resto del convite. Quizás salga el nombre de algún empresario o de algún yerno real... no sé... Lo que queda claro es que la boda se pagó a golpe de sobre.

sábado, 18 de mayo de 2013

La justicia era española

Hace unos años visité el Tribunal Supremo. Fue una visita exclusiva para mí en la que me explicaron que este órgano es el único que puede juzgar al presidente, a los ministros y a los senadores o diputados. Sí, se trabaja poco. O lo disimulan muy bien. Como recordarán, uno de los presidentes fue Carlos Dívar, quien arruinó toda una carrera por unos viajes de lujo con su guardaespaldas. Allí donde trabajaba está presente en todos los rincones la diosa de la justicia, siempre con los ojos vendados. Para no ver, para no ser parcial y no favorecer a nadie. La dama de la justicia española perdió la venda hace tiempo. Su venda, como otras cosas, estará por Suiza.

España es una país que nunca juzgó a un dictador ni a ninguno de los miembros que estuvieron en la cima durante ese tiempo. Videla, el dictador argentino, murió en la cárcel. Sin arrepentimientos, pero entre rejas, donde debe morir, cuanto más tarde mejor, todo aquel que comete crímenes contra la humanidad.

La justicia española no llegará a tiempo. Adoptó nuestras costumbres de quedar a una hora y aparecer cuando prescribe el delito. 

Por favor, que alguien le regale a esta Dama un cachirulo, tan de mi tierra, para que vuelva a cerrar los ojos. Y que los cierre muy fuerte.