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miércoles, 29 de mayo de 2013

Afterwork

Afterwork es un término que, literalmente, significa después de trabajar, pero que se traduce por: tomar algo después de horas encerrados y mamarnos un poco. Sustituye a la tradicional frase: "Vamos a tomarnos unas cañas que nos las hemos ganado". Aquí también se habla del jefe, o del nuevo de la oficina. Por esta razón, muchos bares y restaurantes se establecen cerca de los lugares de trabajo, ya que constituyen una fuente de ingresos importante. Como no podía ser menos, el Congreso de los diputados también tiene su bar. Un bar donde los cubatas cuestan 3,40€ y los vinos 1,15€ ¡Ya me gustaría a mí encontrar estos precios en los locales que salgo los fines de semana! También me gustaría conocer el precio del patxarán, una de mis bebidas de referencia, en ese garito para valorar definitivamente si ir o no. No es de extrañar que un país que subvenciona bebidas para sus políticos tenga que recortar en Dependencia.

Lo peor de las bebidas subvencionadas es que los políticos beben y beben y vuelven a beber, y, fruto de tanto alcohol en vena, pierden los iPads que entre todos les regalamos. Aunque eso no es lo peor. Tanta fiesta provoca que algunos diputados al día siguiente, mientras se debate la privatización de la Sanidad, se tengan que echar una cabezadita. Quizás no han podido dormir en esas casas fantasma para poder percibir el complemento de desplazamiento. No se preocupen. La solución pasa por volver al bar. Allí los cafés cuestan 85 céntimos.

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