Siempre nos quedará la música

El pijo y el bakala

¿Qué prefieres un pijo o un bakala? No recuerdo a quién se le ocurre semejante pregunta. El tiempo libre es lo que tiene, te hace replantearte todos los aspectos de tu vida. "El que tenga más dinero", contesto, sin dudarlo. Si tengo que aguantar a semejantes seres, por lo menos que sea desde una isla y con un mojito en la mano. Aunque ninguno de los dos tendrá sus bolsillos a rebosar. Uno gastará el dinero en polos y náuticos, y el otro en pastillas y reformas para el coche. Miedo. Aclaran: "Nos referimos a un pijo o a un bakala en su estado máximo". Traducción: Su nivel de estupidez es ilimitado. Con la música de unos me volvía sorda y con las ideas neoliberales de otros me quedaba ciega. Y ninguno de los dos tienen dinero.....  Se trata de una decisión imposible. No sé, no contesto. Paso pregunta.

La memoria de los peces

Los peces de colores tienen solamente 20 segundos de memoria. Por ello, en ese sentido, pueden vivir en una pecera. Cada vez que llegan a una de las esquinas, borran. La vida vuelve a empezar. Dan la vuelta hacia el otro lado. Se chocan con el cristal. No se aburren. Tampoco sufren. Solo olvidan.

 Mi consejo de lunes: Ser un poco pez con determinadas personas. Te escucho, pero solo durante 20 segundos. Después haré como ellos: lo veré todo por primera vez. Volveré a empezar. Lo olvidaré. 

Nunca llores si viajas al espacio

"El día que se nace se empieza uno a morir", dijo José Luis Sampedro consciente de la fragilidad de la vida.  Él se marcha mientras el mundo gira en el sentido equivocado. En un momento en el que algunos todavía piensan que la Tierra es plana y no se vislumbra el fin. El mismo día en que me entero que en el espacio no es recomendable llorar. Las lágrimas no soportan la gravedad. Será que a los humanos les pasa como a las estrellas, que pierden brillo cuando se cruzan con el tiempo. Pero algunas mentes continúan irradiando su luz para que los demás no notemos que morimos un poco cada día. 

Perdóname mientras beso el cielo

"Dime que todo es mentira", susurró en silencio al aire. Tumbada en medio de un desierto en el que la  arena todavía quema. Con un cielo estrellado compuesto por el mismo número de luceros que las 3000 noches anteriores. Pero hoy, sólo por hoy, las respuestas juegan con las preguntas. Perdóname mientras beso el cielo, pero cuando se trata de olvidar, el brillo de las estrellas no funciona.

P.D. El título del post de hoy forma parte de la letra de la canción Purple Haze de Jimi Hendrix.

La violencia de una pegatina

En las próximas guerras nadie llevará encima ningún tipo de armamento. Llevarán un paquete de pegatinas. Parece ser que son más peligrosas que las balas. Algunos aseguran que sus efectos son similares al napalm. Hablo de la palabra de moda: escrache. De la acción directa, que no violenta. De un término de origen argentino, al igual que el dulce de leche. Allí se llaman boludos a los políticos. Aquí comenzaron por no hacer las cosas muy bien. Después se cubrieron de gloria. Luego fueron imbéciles. Ahora tienen demasiados adjetivos. Uno de ellos:mentirosos. Cuando equiparan las protestas pacíficas a acciones terroristas. Ellos utilizan el vocablo, pero a su manera, como cantó Frank Sinatra. Acaban con la Sanidad, la Educación, nos dejan sin pensión, sin futuro....

González Pons, un político valenciano que aseguró en su día que la burbuja inmobiliaria fue buena, se siente coaccionado. Dice que sus niños están en casa. También lo estaban los hijos de algunas de las personas que se quitaron la vida uniendo las facturas a modo de soga. También se sienten así los empresarios que adelantaron en su día el IVA y que son perseguidos por el cobrador del frack.  Hasta Belén Esteban se siente perseguida por los periodistas.

Señores, si no quieren pegatinas en sus portales solo tienen que hacer bien las cosas. Bravo por el trabajo de PAH.

P.D. Si necesitan un aumento de sueldo o una rebaja en el alquiler, negocien con pegatinas.