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miércoles, 3 de abril de 2013

La violencia de una pegatina

En las próximas guerras nadie llevará encima ningún tipo de armamento. Llevarán un paquete de pegatinas. Parece ser que son más peligrosas que las balas. Algunos aseguran que sus efectos son similares al napalm. Hablo de la palabra de moda: escrache. De la acción directa, que no violenta. De un término de origen argentino, al igual que el dulce de leche. Allí se llaman boludos a los políticos. Aquí comenzaron por no hacer las cosas muy bien. Después se cubrieron de gloria. Luego fueron imbéciles. Ahora tienen demasiados adjetivos. Uno de ellos:mentirosos. Cuando equiparan las protestas pacíficas a acciones terroristas. Ellos utilizan el vocablo, pero a su manera, como cantó Frank Sinatra. Acaban con la Sanidad, la Educación, nos dejan sin pensión, sin futuro....

González Pons, un político valenciano que aseguró en su día que la burbuja inmobiliaria fue buena, se siente coaccionado. Dice que sus niños están en casa. También lo estaban los hijos de algunas de las personas que se quitaron la vida uniendo las facturas a modo de soga. También se sienten así los empresarios que adelantaron en su día el IVA y que son perseguidos por el cobrador del frack.  Hasta Belén Esteban se siente perseguida por los periodistas.

Señores, si no quieren pegatinas en sus portales solo tienen que hacer bien las cosas. Bravo por el trabajo de PAH.

P.D. Si necesitan un aumento de sueldo o una rebaja en el alquiler, negocien con pegatinas. 

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