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sábado, 6 de octubre de 2012

Lo que no es Democracia

Rápido. Así entraron a declarar los supuestos organizadores del 25S. También salieron rápidamente. Es curioso porque hablamos de una palabra desconocida en los tribunales.

Sin embargo, encuentro muchas curiosidades en este burdo y cutre intento de criminalizar a los ciudadanos. De culparnos de ser pobres.

Lo primero porque desde el Ministerio del Interior realizaron un informe, previo a la manifestación, en el que se destacaba que se quería dar un golpe de Estado. Un acto similar al acontecido un 23 de febrero con un tal Tejero como protagonista, y en el que el Rey tuvo una gran relevancia, aunque últimamente he leído algunos reportajes en los que se cuestiona la actuación del Monarca.

Después, desde Interior se ha permitido investigar las cuentas de facebook y google. Pregunta: ¿Por qué no hacen lo mismo con Rato, Urdangarin, Camps, Blanco y los evasores fiscales? Han demostrado que se puede investigar. Entonces, ¿por qué no se hace con otros delitos mucho más graves?

De hecho, todavía estamos esperando a que la mayoría de esos sinvergüenzas se sienten en el banquillo. Se ve que algunos procesos judiciales son más lentos que otros... O se espera que los delitos prescriban, a pesar de que hasta en Indonesia se sepa que son culpables.

Es obvio que protestar no es un delito, aunque Cifuentes sí lo crea. Las manifestaciones que se extienden en los últimos días en la península pretenden poner de manifiesto la inexistencia de la Democracia, llamar la atención de la clase política ante tanta permitida corrupción y el gran derroche que ha hecho la banca, entre otros organismos e instituciones. Ellos quiebran y nosotros pagamos. Pero antes los directivos de turno de las Cajas de Ahorros (en las que participan grandes evasores y políticos) se quedan con todos los beneficios.

Los ciudadanos se han dado cuenta de que los que revientan las manifestaciones son los policías infiltrados o algún grupo de radicales, que, por desgracia, aparecen siempre en cualquier gran concentración. Lo que también ha quedado claro es que la Policía cruzó la raya. Por ejemplo, comenzaron a dar porrazos en Atocha a viajeros asustados. Otra historia es que propiciaron una fuerte paliza a un chaval que salvó la vida de milagro.

Ellos se justifican y dicen que si no hubiera sido por ellos, el Congreso hubiera sido tomado. La Policía que debería proteger al pueblo, tendría que abrir las puertas del Parlamento. Nada más lejos de la realidad. Pusieron numerosas filas de vallas para impedir el paso a un edificio que pertenece al pueblo, que lo mantenemos entre todos. Somos nosotros los que pagamos a unos políticos para que nos defiendan y, sin embargo, no nos representan.

No sé puede criminalizar a los ciudadanos por protestar. Tampoco se permite limitar sus derechos recogidos en la ineficaz Carta Magna, que ya necesita algunos cambios. No puede ser que una Ley aprobada en 1978 se mantenga sin cambios. Desde su nacimiento, se ha cambiado de siglo y de milenio. También los pensamientos han avanzado. Lo que narro no es Democracia. ¿Se enteran? Se lo podemos decir más alto, pero no más claro.

P.D. Otoño está plagado de manifestaciones querida Cifuentes. No se preocupe que si sigue así arrebatará a Ignacio González la Presiencia en las próximas elecciones autonómicas.

1 comentario:

  1. Excelente post. Conciso. Muchos lo decimos... a unos políticos sordos. Nos obligan a hablar por señas, algo así son las manifestaciones que no deben parar, como bien dices en la postdata.

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