Buscar este blog

lunes, 20 de agosto de 2012

Política de empresa

Leo en un artículo un lunes cualquiera, véase hoy, las declaraciones de un trabajador, con cargo, de un supermercado. El señor dice que es política de empresa que la comida se tire a los contenedores en el momento que llega el camión de la basura para evitar que la gente compre en ese supermercado improvisado, al módico precio de cero euros, bajo riesgo de no encontrar lo que esperabas. Menos aún lo que necesitas. También que lo que se tira, se tritura. Reconoce que se deshechan muchos alimentos y bebidas porque sus envases están rotos o estropeados. Esto ocurre en un país con 6 millones de parados, en una tierra en la que 1.700.000 familias tienen a todos sus miembros en paro, en un mundo donde se pasa hambre.

Este señor no se plantea que las leyes están para no cumplirlas. No siempre, pero sí a veces. Hace varias décadas, la Alemania nazi redactó las leyes de Núrenberg, ciudad que después, paradójicamente, acogió los juicios de esta barbarie. En la normativa establecían las diferencias entre los ciudadanos, categorizaban los tipos de individuos. Este ejemplo demuestra que una Ley o una política de empresa no es algo aceptable por el mero hecho de pertenecer a esa categoría. Las normas, las ideas, las afirmaciones deben ser siempre cuestionadas. Hay muchos tontos con opinión, y muchas normativas del siglo XV escondidas en la moderna Constitución.


No hay comentarios:

Publicar un comentario