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sábado, 20 de octubre de 2012

Los sentidos

La vista

Si quieres conocer el pasado mira el presente que es su resultado. Si quieres conocer el futuro, mira el presente que es su causa

Ciegos. Así es como vivimos en el siglo XXI. Lo peor que le puede suceder a una persona es no querer mirar a sus alrededor. Creer que las cosas no son tal como son. Un ejemplo: Durante la Segunda Guerra Mundial, los campos de concentración se situaban a varios kilómetros de las ciudades. Todo el mundo veía como desaparecían ciudadanos, también les llegaba el olor a muerto provocado por los grandes hornos. Nadie denunció uno de los mayores horrores del siglo XX. De hecho, antes de comenzar la Guerra, Hitler fue nominado al premio Nobel de la paz. Ironías de la vida.

El oído

Cuando la voz de un enemigo acusa, el silencio de un amigo condena

Tan culpables son los que promueven las leyes, como los ciudadanos que no hacen nada por evitar que se aprueben. Siempre he pensado que no solo es responsable el que recorta en Sanidad, Educación, Servicios Sociales, sino también lo son el resto de ciudadanos llamados "mayoría silenciosa". Por desgracia, las consecuencias de estos recortes se verán dentro de muy poco. Cuando no se pueda volver atrás. La dignidad aparecerá en cualquier cuneta.

El gusto

No me preguntes lo que pienso de ti, es posible que no pueda darte la respuesta que quieres

Lo que nos gusta. Debemos encontrarlo. La naturaleza, una tarde con los amigos, un buen libro. A veces, resulta difícil de encontrar. Siempre debe ser un ejercicio sincero. El sí acompañado de algún pero (en voz alta o baja), son peor que el no rotundo, el no a tiempo. Entre tantas cosas sin sabor, a veces toca el premio.

El tacto

Muchos dicen lo que piensan, pocos lo que sienten

La empatía es la capacidad que los seres humanos tienen de ponerse en la piel de otros. Permite entender el dolor de otra persona, también compartir la felicidad. La empatía debe ser crítica. Posicionarse en ambos bandos para poder comprender. Estoy convencida que entonces podría entenderse el sufrimiento de millones de personas. Dejarían de mentir por el déficit y se destinaría el dinero a la comida. 

Las redes sociales y las nuevas tecnologías han dado un paso gigante en la comunicación, pero han olvidado la importancia de un buen abrazo.

El olfato

Es más fácil oler el miedo que un buen perfume

El miedo paraliza. No permite que te muevas. El miedo se reconoce a kilómetros de distancia. Pero los humanos ya no tienen miedo. Cuando lo pierdes todo, no tienes nada que perder. Ellos lo saben. Nosotros lo sabemos. Es importante luchar. El miedo ha permitido grandes barbaridades. Es el mayor enemigo. Es mejor oler a sudor.

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