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lunes, 30 de diciembre de 2013

Me he comprado perlas

He tomado una de las decisiones más importantes de mi vida. Me he comprado unos pendientes de perla. Usted estará pensando que adquirir dicha joya no es clave en la existencia de ningún ser humano, pero sí lo es. Llevar estos pendientes crea trastornos de personalidad. Ahora veo con buenos ojos la reforma de la Ley del aborto, ya que es pura Economía. Easyjet y Ryanair ganarán muchos millones gracias a sus rutas Madrid-Londres-Madrid. Una buena noticia si tenemos en cuenta que muchos de sus ingresos provienen de los vuelos a Suiza y algunos de sus clientes más representativos llevan meses en la cárcel. Siempre había pensado que las aerolíneas eran negocios poco seguros para invertir, que eran como preferentes voladoras, pero creo que no había visto la oportunidad.

A partir de ahora, mis paseos se reducirán a dar una vuelta por la calle Génova, con mi carné de afiliada  a un partido político, que también es Banco, en una mano y bolso colgado en la primera mitad del brazo, aunque nunca entenderé la comodidad de esa postura, en la otra. Entonces solo me preocuparé de los sobresueldos, de firmar papeles de entidades fantasma y de ver crecer coches de marca en mi garaje sin saber yo nada de eso.

Me casaré de blanco en Los Jerónimos. Cada domingo confirmaré, como hace la revista Mongolia, que he ido a Misa y una vez al año iré a visitar al Papa. Después tendré los hijos que Gallardón, Rouco y Dios quiera, ya que para una mujer el único momento en que puede tomar una decisión es cuando escoge el vestido de tarta que lucirá ante miles de personas. Seré sumisa, y pasaré las tardes por la Milla de Oro de Madrid, sujetando el bolso en esa postura tan rara a la que ya me habré acostumbrado.

Los domingos tomaré una relaxing cup de café con leche in Plaza Mayor con las mujeres de los compañeros de trabajo de mi marido para reírme de los trabajadores y de la pérdida de sus derechos sociales. Por supuesto, pensaré que todos los manifestantes son unos perroflautas que no entienden que todas las decisiones son por su bien. Incluso, quizás, conduzca borracha que es el nuevo Deporte de las altas esferas. Total, me dejarán en libertad en el momento en que vean mis pendientes.

P.D. Yo no les voté, y se me están haciendo tan largos estos años que me empiezo a trastornar.

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