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domingo, 24 de febrero de 2013

Nada nuevo bajo el sol

Quizás, cuando llueve. Pero, de momento, no hay nada nuevo bajo el sol. Todo sigue igual. La manifestación de ayer fue un éxito rotundo. A pesar de que los reyes del sofá permanecieron en el sofá, que la policía, al igual que decían los jóvenes soldados Nazis "cumplian órdenes". Sin cuestionarlas previamente, claro. Los políticos que nadie saben que hacen en una institucion cuando "it is very difficult todo esto" y ni siquiera proponen alguna idea para respetar los derechos de quienes les pagan compararon la manifestación con un golpe de Estado. Que no fue tal, no por falta de ganas, porque estamos ya hasta los huevos de tanto chorizo, sino por el gran cordón que desplegaron los bomberos para proteger a los ciudadanos de las fuerzas del orden, quienes, por cierto, son los que deberían defender a los ciudadanos y dedicarse a detener corruptos, que hay unos cuantos. Los bomberos, por cierto, han protagonizado otro titular esta semana, ya que se niegan a ayudar a la policía en los casos de desahucios. Normal. Yo no quiero que mi dinero se gaste en desahuciar a ancianas, ni madres solteras, ni familias en paro. No quiero que un euro de todo lo que pago cada mes se destine a pagar a policías que favorezcan a entidades privadas, que yo pago porque he tenido que rescatar, a desalojar a niños que desordenan por toda la casa sus juguetes. Mi dinero debería ir a ese niño que seguro pillará una gripe porque no le han dado beca de comedor y no alimenta su estómago como debe, y en casa no pueden pagar la calefacción.

Nada nuevo tampoco en las portadas de los periódicos porque la ideología del siglo XIX, que ya pactaron el partido Liberal y el partido Conservador con su curiosa alternancia en el gobierno, ciega cualquier oportunidad de ver la luz.Entonces se compraban los votos, hoy se compran favores, y por ende votos. Los partidos también alternan de forma sospechosa el poder. Si no se cambia la Ley de partidos, no se puede cambiar nada. Lo que exige cierta voluntad, que no todos tienen.

La Ley la hacen los que después no la cumplen. Las leyes no son necesarias porque la gente digna no necesita saber normas de comportamiento, ya que su propia razón le indica cómo tiene que actuar. Los que no tienen escrúpulos, simplemente encontrarán el camino de bordearla, otra vez. Luego dicen que la justicia es igual para todos.

Una anécdota: Las personas con conciencia deberían dormir en la cárcel, ya que sin darnos cuenta, somos utilizados para hacer daño a otras personas. Si nuestro fin fuera el bien, ya estariamos detenidos. Asi han acabado varios jóvenes tras la manifestación de ayer. El delito: Querer cambiar el mundo. Nada nuevo bajo el sol, otros ya lo intentaron antes. Quizás, cuando llueva.

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