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martes, 8 de mayo de 2012

Green eyes




No pudo evitarlo. Aunque tampoco supo. Quizás, no quiso. Todo sucedió a la velocidad a la que viaja la luz. Ella leía uno de sus libros favoritos. Pasaba las páginas de forma automática. No escuchaba el alboroto del mundo. Cuando sus ojos se clavaron en la página 53, sintió una presencia. Entonces, ya era demasiado tarde.



P.D. Tenía que poner la canción...

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