Buscar este blog

lunes, 28 de mayo de 2012

Asesinatos que parecen suicidios

Aquel día, los parlamentarios del país heleno debatían en la mesa redonda nuevas medidas para cumplir con las órdenes de Europa. Hizo falta mucho café, porque la reunión se prolongó durante horas. En la habitación que acogía tan delicado encuentro se notaba cierta tensión. Muchos desacuerdos.
Para poner en orden sus ideas, uno de esos miembros del consejo de sabios se asomó por la ventana. No vio nada.

Justo enfrente, a unos metros de distancia, estaba X. En una mano sostenía un revólver. Con la otra se aferraba a la vida. X cuando nació firmó un documento con el Estado. Nunca le dejaron negociar las condiciones.



Justo en el instante en el que el parlamentario se quemó por tercera vez el dedo pulgar con el café que sujetaba de forma mecánica con su mano, mientras estampaba su firma en el doloroso decreto, X seguía agarrando la pistola. Apuntaba, sin margen de error, a su hemisferio izquierdo.

Fue precisamente su hemisferio izquierdo el que le hizo ver la luz. Le confesó que el gobierno le había vendido a un tercero, al mercado financiero. X se preguntó si era ético que un Estado vendiera a sus ciudadanos, los arrastrara a la pobreza. No le debió de gustar la respuesta.

P.D. Aquí la historia de este jubilado griego: http://verba-volant.info/es/suicidio-publico-delante-del-parlamento/. La crisis está ahogando de tal manera a tantas personas que escogen suicidarse antes que rebuscar comida en la basura. Nos son suicidios, las instituciones los están matando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario