Vista al frente. Siempre miro el horizonte. Tengo mis razones. Si vacilo y vuelvo la cabeza puedo visualizar todo lo que no he cumplido. Todas las promesas que no valen nada, que quedaron escritas en un papel. En caso de que apueste por mantenerme en mi peso, engordo cinco kilos. Que acuerdo conmigo misma viajar más, no me muevo de ciudad. Tengo visitas y llamadas pendientes. Tercerea promesa incumplida. Si quiero dejarme el pelo largo, al día siguiente me lo corto cinco palmos. Es por esta razón por la que no me gusta la Navidad, por el recuento. Durante el resto del año vivo tranquila, mi listado mental (ya ni lo escribo ¿para qué? ¿para enmarcar mi falta de voluntad? ¿para demostrar que no cumplo mi palabra con mi interior?) permanece inerte encima de la mesa. Quiero evitar que vuelva a pasarme lo de siempre, por eso esta vez en mi lista mágica escribiré una única frase: "Dejar de prometer cosas que no voy a cumplir".
P.d. La verdad es que la grabación no es de gran calidad, pero sigue siendo preciosa. Promesas que no valen nada, de Los Piratas.
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