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martes, 13 de agosto de 2013

Mi vida es un infierno desde que mi madre tiene facebook

Un simple comentario en facebook puede ser el detonante de una ruptura familiar. Quizás exagero, y me quedo con una disputa de cuatro gritos. La vida de muchos jóvenes se ha convertido en un infierno desde que su madre, o padre, abrieron una cuenta en facebook, o en cualquier otra red social. Lo que en un principio puede verse como algo tierno es más que posible que acabe como una tortura.

"Mi madre comenta todas las fotos, todos mis estados", dicen quienes sufren este problema. Y eso que las instantáneas que aparecen en el muro pasan un filtro mucho más exigente que las películas durante la dictadura, en cuya época los censores permitieron la escena en la que Rita Hayworth se quitaba un guante. Eran unos blandos comparados con los jóvenes de ahora.Los motivos de autocensura son muy sencillos: sexo, drogas y rock and roll. Traduzco: que no aparezcan ni cubatas, ni porros de marihuana al estilo Bob Marley, ni salir etiquetada cada domingo con un chico diferente o en ciudades que en teoría nunca has estado, y mucho menos en época de exámenes.


"Menos mal que mi madre no sabe casi ni encender el ordenador", se alegran algunos. Ahora no se quejan de las mil horas que tienen que pasar con la parienta frente a la pantalla del ordenador para rellenar algún formulario. Su privacidad sigue a salvo. Sin embargo, otros padres son expertos en retuitear el estado de los hijos y en darle a me gusta en cuestión de segundos. Los progenitores se han vuelto adictos a la tecnología de los chismes y rumores, y ha nacido el problema.

¿Qué hacer en estos casos?

Lo primero que tenemos que hacer es ignorar la solicitud de amistad. Una medida un tanto drástica y que no se sabe cómo puede terminar (igual con la maleta en la puerta, o sin los tuppers de la semana). La otra solución pasa por agregarlos y luego, tiempo después y de forma disimulada, bloquearlos en todas las redes sociales. Requiere preparar una explicación (tarde o temprano se van a enterar). Puede funcionar: "Es que han hecho unos cambios en la página y han desaparecido algunos amigos". La excusa sólo funciona con progenitores con conocimientos informáticos limitados. Vamos, que no suele colar. Así que lo único que queda es resignarse. Y rezar para que no aprendan a subir fotografías de cuando éramos pequeños y comentarlas. Todos tenemos un pasado, y a veces es un poco oscuro.



2 comentarios:

  1. Mi madre es de las que siempre comentan todo! Pero he decidido no jugarme los tuppers, son demasiado valiosos. Jijiji.

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