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lunes, 17 de marzo de 2014

Te hubiera llegado a amar

Paisaje inhóspito. Frío. Un trozo de hielo. Un oso blanco encima. La soledad no buscada. Permanecer, que no estar, sobre un trozo de hielo en medio del mar. Estirar la pata y notar el agua. Rápidamente posar la pata sobre el hielo. Levantar el hocico y contemplar el cielo. Observar. No saber dónde se está. El deshielo. A gran velocidad. La falta de conciencia. Sube el nivel del mar. Se puede comprar la contaminación. El calentamiento global, del que todos hablan, provoca que la población de osos polares tenga que mudarse con frecuencia a espacios más fríos, pero, a veces, se quedan en mitad del camino, en medio de la nada.

Viajar sin rumbo. Llegar a algún lugar con el corazón, arrastrado por la corriente. Estar en cualquier parte. En una zona ocupada. Que te disparen. El alma helada: "Te hubiera llegado a amar". El hielo se convirtió en agua.



P.D. El cambio climático está provocando un alarmante deshielo y, como consecuencia, un aumento del nivel del mar. Los trozos de hielo de las grandes zonas heladas se resquebrajan. A veces, algún oso polar queda aislado en una pequeña superficie. Viajan desde el círculo polar Ártico a zonas habitadas. Fin de la vida, fin de la historia.

Más info: http://www.savethearctic.org/es


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