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martes, 18 de marzo de 2014

La leyenda del Hilo Rojo del Destino

Cuenta una leyenda que a las personas que están destinadas a conocerse les une un hilo rojo. Este hilo, por desgracia, es invisible a los ojos de los humanos, al igual que sucede con los rayos infrarrojos. La hebra, que está atada al dedo meñique, que conecta directamente con el corazón, acompaña a las personas desde el nacimiento. Ésta puede estirarse, desarrollar nudos o revolverse, pero nunca se rompe. No importa la distancia que separa a estas personas, ya sean dos enamorados, hermanos, padres o amigos. El hilo es tan flexible que puede alargarse de punta a punta de la Tierra.

El origen de esta historia es de dos zonas del planeta: China y Japón. Según dicen, es el abuelo de la Luna el que une los dedos de los recién nacidos con las personas importantes que les guiarán en su camino.

Esta fábula también intenta explicar los grandes amores de la vida. Aunque, la leyenda nunca especifica que sea solo uno. Una persona puede estar unida a más de una decena de personas a la vez. Tendremos que tener paciencia. Encontrar los extremos de nuestro hilo no parece una tarea fácil.


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