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miércoles, 2 de octubre de 2013

Matrículas de Universidad subvencionadas por los pasajeros del Metro

Imaginen que Einstein, con su melena blanca y su cabeza más allí que aquí, no hubiera podido ir a la Universidad. Ni tampoco Stephen Hawking, ni Nelson Mandela. Ahora ya no imaginen. En España es una realidad. Muchos estudiantes, que podrían convertirse en los más prestigiosos investigadores, profesores, periodistas, pintores o filósofos del futuro, no pueden pagar la matrícula de la Universidad.

Ayer, en el Metro de Madrid, un joven cambiaba chocolatinas por dinero para poder sufragar los costes de su matrícula. Creo que casi todo el vagón le dio el suelto de sus bolsillos, e imagino que el pensamiento de todos era el mismo: Vergüenza, una vez más. El chico recogía monedas para estudiar, lo que le permitirá tener un trabajo con el que comer, pagar una casa en la que no podrá estar, ya que pasará las horas en el trabajo, y un coche que le permita llegar a la hora a su puesto. No sabe que no tendrá tiempo ni para tener un perro.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, vuelve a demostrar que carece de educación, ya que el recorte en becas afecta tanto a mayores que no pueden pagar la matrícula, como a los más pequeños, enfermos de vitaminas por no poder comer una comida caliente al día en el comedor de su colegio. "Bocadillo de pan con pan. Tienes que tener imaginación", les dicen los padres. Niños que después tendrán que huir del país. No hay trabajo, o es muy precario. Echarán de menos la comida de su madre. Nosotros les echamos de menos a ellos.



1 comentario:

  1. Muy bueno tu post de hoy. ..aunque muy triste. Parece que lo de "un poco de humor en este mundo loco" tendrá que esperar a que lleguen mejores tiempos.

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