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lunes, 10 de junio de 2013

Donde todo lo malo muere


P.D. Marina Abramovic y Ulay fueron pareja en los años 70, la década del movimiento hippy, los años del no a la Guerra. "Porque al final, uno está realmente solo, haga lo que haga", comentó Ulay cuando la relación comenzó a no ser un nosotros, sino un él y un ella. Decidieron recorrer la muralla China, cada uno desde un extremo y encontrarse en la mitad. Cuando recorrieron su camino y se encontraron en el punto equidistante se fundieron en un profundo y eterno abrazo. No se volvieron a ver.

Años después, la artista compartió en el Moma de Nueva York un minuto de su vida con cualquier persona que quisiera sentarse y mirarle a los ojos. Después de enfrentarse en silencio al público, llegó él. Ulay, al que no había visto en los últimos años, se sentó. Frente a frente. Sucedió: Murió todo lo malo.

Cuando cierras los ojos, todo es posible.


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